martes, 1 de noviembre de 2011

Nestredock - Capítulo 1

Hoy hacen exactamente nueve meses y 16 días desde que salí de casa por tercera y última vez. Desde entonces he andado deambulando por calles, bosques, playas, ciénagas y desiertos; he dormido en el suelo, escondido en establos, subido en árboles y en algún tren que me llevara, oculto junto a la carga, a cualquier lugar. Hoy es la primera noche que he conseguido juntar las suficientes monedas para pedir una pequeña habitación en esta cochambrosa y vieja posada, que huele a humedad, a humo y a madera carcomida y podrida por los años. La he encontrado por casualidad, caminando al atardecer por un camino que no se a donde se dirige. El hostelero es un hombre mayor muy amable, vive aquí, junto a su esposa, que ha preparado un delicioso caldo con gorduras para la cena. Hay, además de mi, otras tres personas alojadas, al menos esta noche, en este oscuro edificio. Hemos cenado todos juntos, y después, junto al fuego y acompañados por sendas jarras de cerveza tibia, hemos compartido nuestras historias, nuestras aventuras y desventuras, hemos compartido los avatares del destino que nos han traído esta noche aquí. Observo que estas personas, se asemejan bastante a mi. Como yo, ninguna sabe a donde se dirige, pero a ninguno nos importa. Me encuentro ahora agotado, y lleno tras la cena. He pedido que me suban un té con miel para antes de dormir. Me he sentado en la cama y me he quitado las botas, permitiendo que mis pies descansen y respiren tras la larga jornada de viaje. Me he tumbado de costado y he observado, que junto a la cama hay una mesa, no muy grande, con una silla al lado y una lamparita metálica. En la mesa había también una caja. La he abierto y he encontrado una polvorienta máquina de escribir, unos tampones de tinta y un montoncito de folios perfectamente cuadrado. Cuando ha venido la mujer con mi té caliente, le he preguntado por la caja y su contenido, me ha dicho que es de un hombre que pasó una noche en aquella habitación, y que la había dejado allí; no habían querido tirarla por si regresaba a buscarla. Ha dejado el té en la mesa y se ha marchado.

Ahora estoy aquí sentado, bajo la luz de la lamparita, junto al té humeante, escribiendo cómo he llegado hasta aquí. Estoy pensando que tras todo este tiempo merezco unos días de descanso, así que me quedaré aquí, relajado y tratando de escribir mi historia, y realizando algún trabajo aquí o allá para poder pagar el alojamiento y la comida.

*-★-★-★-*

- ¿Y tú que piensas de todo esto? Hombre, comprende que no todos los días se ve algo así, pero mejor volvamos a casa, puedes hacerte daño.

Emprendimos juntos el camino de regreso, que apenas eran 20 metros, nada complejo, no estaba lejos y el suelo era liso, no estaba asfaltado, pero era muy fácil caminar por allí. Aún así insistía en mantenerse cerca para evitar que me cayera o que me doblara el tobillo con algún paso en falso.

- Y ahora vete a la cama, es tarde y debes descansar.
- Pero si todavía no ha anochecido.

Era verdad, normalmente hasta que no era noche cerrada no empezaba a insistirme con que me acostara, pero parecía que debía estarle agradecido por que por fin me hubiera dejado salir un momento, y se suponía que aquella excursión de 40 metros entre ida y vuelta, aquella primera vez fuera de casa, tendría que haberme dejado exhausto...
Sin mas quejas fui a mi cuarto, me puse la ropa de dormir y me metí en la cama. Aunque no a dormir. En secreto, algunas noches, desde hacía mucho, bajaba a la habitación prohibida. Había una pequeña puerta verde, metálica y un tanto oxidada al final del pasillo, del mismo pasillo en el que estaba el baño. Unos años atrás, había juntado el valor suficiente por primera vez para aventurarme a ver que había detrás de aquella puerta, y averiguar por qué era prohibida. Debían ser cerca de las tres de la madrugada y él solía acostarse no más tarde de la medianoche, así que probablemente, estaría dormido; aunque, no obstante, su habitación era la contigua a la que se ocultaba tras la misteriosa puerta verde y debía andarme con cuidado, ser muy sigiloso para que no se despertara. Tenía pánico a ser descubierto haciendo algo que era prohibido, aunque no sabía por qué. Yo nunca había hecho nada malo, ni nunca me había sucedido nada indeseable, pero aún así, sabía que si me descubrían eso dejaría de ser así; no sabía qué podría pasarme, y eso era lo que más me asustaba.
Me levanté en silencio de la cama, caminé de puntillas hacia la puerta de mi habitación, agarré el pomo lentamente y lo giré todavía más despacio. Abrí la puerta lo mínimo posible para caber y salir al rellano. Avancé sobre la moqueta roja hasta las escaleras y me deslicé silenciosamente hasta el piso de abajo. Avancé casi sin moverme por el pasillo, y delante de su habitación me detuve a escuchar. Oir sus ronquidos me tranquilizó, pero aún así matuve la respiración hasta que estuve delante de la puerta verde. Nunca llegaré a entender, por qué un lugar tan prohibido no estaba cerrado de manera que me impidiera o me hiciera más difícil la entrada. Siempre he pensado que pretendía ponerme a prueba, poner a prueba mi obediencia ciega sobre lo que él me decía que hiciera o no hiciera. Puse la mano en el pomo y abrí la puerta.

*-★-★-★-*

La taza de té ya no humea, tan solo queda un dedo de líquido frío en el fondo. Estoy realmente cansado. Apago la luz, y sin desvestirme, me meto en la cama y caigo rendido, en un profundo sueño. No he dormido tan bien en mucho tiempo.

1 comentario:

  1. El principio del relato me ha recordado a esta canción:

    http://www.youtube.com/watch?v=CGy5fGfLZ0o

    Cuando se junta en la posada con otros tantos, me recuerda al libro de "Cosmos"

    Pero aunque como ves todo me recuerda a todo, tiene su propia personalidad: Lo que mas me ha gustado, sin duda, ha sido la historia dentro de la historia. Me ha gustado como describe el personaje la historia... Muy detallista.

    No tan detallista como cuando tu escribes de normal.

    De momento me gusta la idea, pero ... me he quedado un poco a cuadros con la historia que escribe el protagonista ... A ver como se desarrolla

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