martes, 19 de mayo de 2015

Gender Violence

Es interesante como siempre he oído que el hombre tiende hacia una violencia física mientras que las mujeres tienden hacia una violencia psicológica. No es más que otro estereotipo, en mi opinión, ambos géneros son capaces de los dos tipos de violencia, no obstante, me gusta lo crudamente que lo pintan en este diálogo de Seinfeld:
M: He gave me a wedgie.W: Why do they call it a wedgie?M: Because the underwear is pulled up from the back and ... it wedges in.. They also have an atomic wedgie. Now the goal there is to actually get the waistband on top of the head. Very rare.W: Boys are sick.M: Well what do girls do ?W: We just tease some one 'til they develop an eating disorder.
Seinfeld, 3x05 The Library

Fathers are intimidating

All fathers are intimidating. They're intimidating because they are fathers. Once a man has children, for the rest of his life, his attitude is, "To hell with the world, I can make my own people. I'll eat whatever I want. I'll wear whatever I want, and I'll create whoever I want."
Jerry Seinfeld, 2x03 - The Jacket

sábado, 9 de mayo de 2015

Social niceties

- Hi! How are you today?
- I’m fine. I’m weird, actually. I’m disoriented, I’m not sure where I am. I mean, I know where I am, bit it feels odd being here. I’m okay.
- Okay…
- Listen to me, I’ve been out of circulation so long, I’ve completely forgotten the social niceties. I mean, you ask me how I am, I’m not really supposed to say how I am. I’m supposed to say, “I’m fine, thanks. How are you?”.
- I’m fine, thanks.
Twin Peaks.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Just believe in now

“I should have known better than to count on the future. All you can ever believe is now. This moment. Because in a blink, everything can change.”
“We all make rules for ourselves. It’s these rules that help define who we are. So when we break those rules, we risk losing ourselves and becoming something unknown."
Dexter Morgan

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Nada - Cap. 4

Capítulo 3: http://esperosentado.blogspot.com.es/2013/09/nada-cap-3.html

Fluyo como si se me hubiera olvidado que soy sólido. El agua me golpea violentamente por todas direcciones. Y hace rato que no puedo respirar sin mojarme los pulmones. Y de pronto un recuerdo.


La noche no era demasiado fría para la época del año, la temperatura era agradable, por lo que decidí dar un paseo. Caminaba por encima de un puente y me apeteció sentarme con los pies colgando sobre los pocos vehículos que circulaban distraídos a esas horas de la madrugada. Y mientras mi mente volaba dentro de si misma, vagaba por entre las nuevas ideas, deambulaba por los últimos sucesos y exploraba los posibles futuros en los que mi vida podía desembocar, una extraña sensación comenzó a apoderarse de mi. Comenzó como un ligero mareo recorriéndome entero, pero fue degradando en lo que aún ahora, años más tarde, con la perspectiva del tiempo, se me hace difícil describir.

Una gigantesca esfera oscura de la que se desprende un potente resplandor de maldad violáceo. Una esfera que está enfadada, que grita muy fuerte, tan fuerte que no es posible escucharla, un estruendo silencioso, un desesperado aullido inaudible; y se mueve en todas direcciones al mismo tiempo, a gran velocidad, sin dejar en ningún momento su única posición, inmóvil; como un temblor bestial, horrible pero imperceptible. Me sentía como dentro de esa bola, flotando, dando tumbos sin sentido, aplastado en el puro centro sin poder moverme, con toda esa energía terrorífica sofocándome. Sentía como si muchos gritos agobiantes me acosaran en un vaivén infinito. Como una prensa hidráulica con interferencias. Era la peor sensación de pesadilla. Sentía dentro de mí sentirme dentro de la sensación, muy mareado.

Tuve que ponerme a caminar para tratar de no hundirme más en aquella cosa. Y de pronto todo había pasado. La sensación no estaba. En principio. Más algo así nunca te abandona realmente.


Mis pies están completamente sumergidos. Mis manos empapadas. Mis pulmones inundados. Mi ombligo está encharcado y mis ojos lloran hacia dentro. Toso desesperado tratando de encontrar alguna burbuja respirable. Me duelen los alvéolos. Me noto recorriendo las cañerías. Mi cuerpo gira en ángulos que deberían haberme roto todos los huesos. Vamos, creo yo ¿Y de lo estrecho que es este lugar, nada? Me siento como un hamster. Maldita sea. No me lo creo. "¡Ahh!" Soy de goma ¿Luz? Salgo despedido por los aires. Me noto chocar contra algo. Vaya. Olvido notar la presión de una cañería, que debería hacerme estallar la cabeza, pero un ligero golpe me turba... mi piel no funciona. No funciono. De nuevo en el suelo del baño. Espera. El espejo no solía estar ahí. No... joder, no...  Sigo en el pasado. Diablos. Mis tuberías son un condensador de fluzo... Ahí estoy, sorprendido. Creo que lo recuerdo todo ¿Paradojas? ¿En serio? ¿En eso me da por pensar ahora? De acuerdo. Haré bien mi papel.

- Hola.

Me veo bastante sorprendido.

- ¿Por qué estás calvo? - me pregunta, con más amenaza que curiosidad.

Esto es casi divertido. Un segundo...

- ¿Estoy calvo? - Miro hacia el techo y me palpo la cabeza - Ni idea.

Ahora no tengo pelo. Habrá sido el fluzo... O cualquier otra cosa menos coherente.

- ¿De dónde sales?

De esta me acuerdo.

- Del váter. Me metí dentro y tiré de la cadena. Y aquí estoy.
- Eso es imposible.

Si. Definitivamente esto es divertido. Apenas puedo contener la risa ¿Imposible dice? ¡Ja!

- Dijo mi doble que por lo que se hasta ahora podría ser imaginario.
- ¿Estamos encerrados?
- Algo así - la palabra "novato" se materializa en mi mente -. Pero si lo piensas, no habiendo nada más allá en realidad no es como si nos limitaran la libertad, por que no hay ningún otro sitio al que ir. - chúpate esa.
- Entiendo, ¿llevas mucho aquí?

Si lo pienso, no tengo ni idea, no hay modo de calcular el paso del tiempo ¿Mentirme a mi mismo? Eso  no sería... ¡Ah! Al carajo, será divertido.

- Tres meses, una semana y seis días, según mis cálculos y en base a mis ritmos circadianos, pero podría ser más. O menos. O no ser en absoluto.
- ¿Tres meses?
- ...una semana y seis días. - recuerdo haberme cagado un poquito. Literalmente.
- ¿Y que has comido?

Podría ser un tanto escatológico. No, sería pasarse conmigo. Seré bueno.

- No he tenido hambre. Parece que las cosas aquí son un poco extrañas.

Veo su cara de incredulidad y extrañeza. Es casi nostálgico verse recién llegado. ¡Ah si! Ahora viene una parte interesante.

- Bueno, está muy bien esta charla que estamos teniendo, pero no me puedo quedar.

Miro hacia el espejo expectante. Mi cara de desconcierto es magnífica.

- Ha sido un placer conocerte - "¿A ti? ¿A mi?" - conocerme... - "¿Qué pronombre...?" - te-me-se... ¡Encantado!

Es curioso. Lo hago por que se que ya lo hice ¿A santo de qué? Me encaramo a la pila y me dirijo decidido hacia el espejo. Se que es sólido. Siento un escalofrío al momento en el cristal debería detenerme. Pero no lo hace. Y de pronto oscuridad. No se que esperaba encontrar detrás del espejo ¿Un perro con zapatos? Algo me golpea la cabeza. Siento el cráneo cuartearse y el cerebro gritando por escapar. Casi puedo notar la sangre por mi calva. Silencio. Oscuridad. Nada.


"¡Ya basta!" Grito, subido en el taburete esgrimiendo el cepillo de dientes con la toalla envuelta en el cuello. Estoy muy excitado. ¿Nervioso? Mi respiración está extremadamente acelerada. Estoy encorvado, y amenazo a mi reflejo en el espejo. ¿Dónde? Estoy de vuelta en el baño ¿Suena una guitarra? "¡No me robes el bigote!" ¿Qué digo? Creo que no... No, mi espejo no quiere reflejar ningún bigote. "¿Dónde están mis cubos de basura?" Por fin. Ya estoy demente. Si, ¿no? Tiene que ser eso. Sería tranquilizador enloquecer. Por fin algo de normalidad. El número ocho caramelizado ¿Ayer? Anoche estaba en la oficina de... No. De eso hace más tiempo. Unos filósofos cenando. Ojeras. El tiempo... ¿Recuerdo? Tal vez acabo de llegar. Y mis recuerdos son injertos que parecen tener sentido. De modo, que no existo. Más que como parpadeos de tiempo. Instantes inconexos. A través de cada uno de ellos. Siento en cada uno algo diferente. Y el único real es el último que los conecta todos. Definitivamente. Como una cabra.

martes, 16 de septiembre de 2014

Goodbye, Susan

During all the years I've been taking care of you, you in return have been taking care of me. You are still my grandchild and always will be. But now, you're a woman too. I want you to belong somewhere, to have roots of your own. With David you will be able to find those roots and live normally like any woman should do. Believe me, my dear, your future lies with David and not with a silly old buffer like me. One day, I shall come back. Yes, I shall come back. Until then, there must be no regrets, no tears, no anxieties. Just go forward in all your beliefs and prove to me that I am not mistaken in mine. Goodbye, Susan. Goodbye, my dear.
 First Doctor WhoThe Dalek Invasion Of Earth

P.D.: He de decir que nunca me gustó el personaje de Susan. Además de ser extremadamente sobreactuado, pero eso no lo tendré en cuenta... No obstante me ha parecido una despedida tremenda. Me han encantado las palabras del Doctor.

lunes, 5 de mayo de 2014

Caminos del cortejo

Aquí tenemos a dos jóvenes encantadores. Estaban sentados y sus miradas se han encontrado. Él dice hola. Ella dice hola. Ella sonríe. Él, nervioso, se apoya ora en un pie, ora en el otro. Se percibe algo sutil en la atmósfera. A ella le encantan sus facciones. Le intriga la curva de sus labios. Se pregunta si podría ser él, si podría mostrarle las partes más secretas de su corazón. Él la mira, y por primera vez entiende el impulso que llevó a los primeros hombres a pintar. A esculpir. A cantar. Existe entre ellos algo endeble y delicado. Ambos pueden sentirlo. Es algo parecido a la electricidad estática. Débil como la escarcha.


En este momento tenemos tres caminos.
Primero: nuestros jóvenes enamorados pueden intentar expresar lo que sienten. Pueden intentar cantar eso que han oído cantar a sus corazones. Ese es el camino del loco honrado, y es un mal camino. Esa cosa que hay entre ellos es demasiado trémula para hablar de ella. Es una chispa tan débil que hasta el aliento más suave la apagaría. Aunque sean inteligentes y sepan expresarse, están condenados al fracaso. Porque si bien sus labios quizá hablen el mismo idioma, sus corazones no.


El segundo camino es más prudente. Hablan de cosas sin importancia. Del tiempo. De la última obra de teatro que han visto. Pasan un rato juntos. Se dan la mano. De ese modo, poco a poco aprenderán el significado secreto de las palabras del otro. Así, cuando llegue el momento podrán hablar añadiendo un significado sutil a sus palabras, para que haya entendimiento por ambas partes.

Y luego está el tercer camino. Él percibe que hay algo entre los dos. Algo maravilloso y delicado. Y cómo aspira a tener certeza en todo, decide forzar la situación. Toma la ruta más corta. Mejor cuanto más sencillo, piensa. Y se lanza sobre los pechos de la joven.
 El temor de un hombre sabio, PATRICK ROTHFUSS