jueves, 30 de junio de 2011

Una idea feliz

"I wanted movement and not a calm course of existence. I wanted excitement and danger and the chance to sacrifice myself for my love. I felt in myself a superabundance of energy which found no outlet in our quiet life"
Family Happiness - Leo Tolstoy

lunes, 27 de junio de 2011

Esperando sentado.

Ahora. Ha sido justo hace unos instantes de pronto he recordado la primera vez que vi la Torre Eiffel. No recuerdo la fecha, ni que edad tenía, ni la época del año, pero recuerdo perfectamente que era por la mañana. Iba con mis padres en un autobús turístico bastante viejo. Recuerdo también que antes de llegar el autobús se había averiado y hubo que detenerse durante largo rato ante una iglesia. La primera vez que tuve ante mis ojos aquella torre fue desde dentro de ese estrecho y cochambroso autobús, justo delante del Museo Nacional de la Marina de París. Por fin la veía, siempre en fotos y en películas, siempre oyendo hablar de aquella alta e imponente torre. Eso si, no se por que, la imaginaba de otro color...


Después de parar por un instante en el Museo Nacional de la Marina y permitirnos esta primera visión de lejos de esta firme oxidada la perdí de vista por un rato, sin apenas percatarme del rumbo que seguía el vehículo, y cuando de pronto, vuelvo a mirar y por fortuna o vaya usted a saber que vicisitudes del destino, en lugar de mirar hacia el frente, miré hacia arriba y no pude si no sorprenderme. No pude si no maravillarme de lo grandioso del monumento que estaba observando, imponente, alto, enorme, mirandolo todo desde su cima, sobresaliente en el relieve de la ciudad.

Si, más tarde subí, admiré las vistas y caminé por sus entrañas, utilicé sus escaleras y bajé por sus ascensores, paseé por su interior como por el esqueleto de un gigante petrificado. Pero creo que nada me asombró más como aquel primer vistazo desde la base de esta enorme fiera de metal.

Me sorprende que, años más tarde he regresado, y me sigue maravillando el mirarla desde abajo y disfrutarla en todo su esplendor. Y parece que siempre sigue ahi, inmóvil, dejándonos disfrutar de su grandeza siempre que queramos. Siempre ahi, esperando que la visiten, que la recorran... ahi está, esperando sentada.

**(Escuchando: http://www.youtube.com/watch?v=JhjA2nvVD7U )**